Al aproximarse y ver que estaban muy entretenidos y no se habían dado cuenta de su presencia, se detuvo.
En ese momento, un gato grande y serio se levantó, miró a los demás y dijo:
-Orad, hermanos; y cuando hayáis rezado y vuelto a rezar, y no tengáis ya dudas, entonces, en verdad lloverán ratas.
El perro, al oír estas palabras, se rió en su corazón y se alejó diciendo:
-!Ah, gatos ciegos y locos! ¿Acaso no está escrito y no lo he sabido yo y mis antepasados antes de mí, que lo que llueve a fuerza de oraciones, fe y súplicas, no son ratas sino huesos?

Jaajajajajaaaaaaaaaja que buen texto andreli boni, espero que nuestras súplicas hagan llover capris sabor frutilla de la (no tan) vieja escuela del árbol mágico!
ResponderEliminarPd: te quiero y extraño ser tu amiga colegiala!, nos vemos en unas horas más para que te entregue mis (no tan) fotocopias del libro de inglés, quizás al principio no te gusten (y alfinal tampoco) pero son queribles y cariñosas (jiji), y hasta quizás consigas unas mejores! y hasta tal vez consigas los originales! pero que más da! nunca es mal momento para las visitas entre compañeros y compatriotas.