lunes, 30 de enero de 2012

termineeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

me siento tan abuela y a momentos como una piedra sobre el río y extraño, extraño mucho algo que nunca había extrañado realmente hasta ahora, pero al mismo tiempo no quiero estar ahí, no quiero participar de lo que extraño, como ganas tengo de ser parte de eso.
Estar tan bien con uno mismo pero a pasos distintos que el exterior, que todo el entorno, por mucho que puedes sobrevivir por ti mismo la felicidad no está completa si no es compartida.


Leí y leí miles de páginas y lo terminé :) , ser el extraño del escondite se debe sentir faltal, pero no, las sonrisas nunca se terminan porque por mal o por bien siempre hay un motivo por el que existan.

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